Qué es el síndrome ‘boreout’
Hace poco más de cuatro años un francés demandó a su antiguo empleador por aburrirse en el trabajo. Según él, ese trabajo lo había convertido en un zombi profesional y lo asesinó profesionalmente debido a lo aburrido que era, y por esto pedía 300.000 euros.
En palabras del demandante: Era muy aburrido. Me sentía mal sabiendo que tenía que volver el lunes por la mañana. El año pasado, luego de más de tres años de batalla legal, la ley le dio la razón. Ordenó a su empleador (un fabricante de perfumes) el pago de 40.000 euros por daños.
El tribunal de apelación de París dictaminó que Frederic Desnard (que así se llama el empleado) sufría del síndrome boreout.
¿Qué es el boreout?
El boreout puede considerarse como lo contrario del síndrome burnout, que vimos recientemente en otro artículo.
Mientras que el síndrome de burnout es el resultado del exceso de trabajo y de la incapacidad para gestionar el estrés excesivo en el lugar de trabajo, el boreout se produce debido a la ausencia de un número adecuado de tareas o de tareas suficientemente desafiantes.
Aunque quejarse de no tener suficiente trabajo puede inspirar envidia en algunos empleados con exceso de trabajo, el boreout puede ser igual de angustioso que el burnout. Y ambas condiciones perjudican tanto al empresario como al empleado.
La teoría detrás del síndrome boreout fue desarrollada por los consultores empresariales suizos Philippe Rothlin y Peter Werder en 2007.
La descripción del boreout puede simplificarse como un desequilibrio entre el tiempo que se pasa trabajando, y el volumen o la complejidad de tareas que deben realizarse.
Aunque existen diferentes umbrales de aburrimiento, la aparición del síndrome boreout está directamente relacionada con el hecho de que las tareas del trabajo sean demasiado escasas, desagradables o carezcan de sentido, o que se tarde mucho tiempo en completarlas.
Síntomas y consecuencias del síndrome boreout
Las consecuencias del boreout para los trabajadores son numerosas, tanto a nivel psicológico como físico, y más o menos graves. En el plano psicológico, el aburrimiento, la insatisfacción y la frustración permanente conducen gradualmente a la víctima de un boreout a un círculo vicioso.
Aunque las causas del boreout son muy diferentes de las del burnout, las consecuencias son relativamente similares. Si sufres de síndrome boreout, puedes experimentar los siguientes síntomas:
- Baja autoestima.
- Sentimientos de vergüenza y culpabilidad.
- Estrategias de evasión, o matar el tiempo.
- Sensación de desconexión en el trabajo
- Una crisis de identidad social
- Sensación de inutilidad social
- Depresión
Aparte de estos efectos, a veces críticos, sobre el bienestar psicológico de los empleados, el boreout también tiene un coste para la empresa, con consecuencias como la desvinculación de los trabajadores, el absentismo, una elevada rotación de personal y las dimisiones.
Desde el plano puramente físico, los médicos han encontrado que los empleados que sufren el síndrome boreout son más propensos a sufrir insomnio, infecciones, malestar estomacal, mareos, tinnitus y dolor de cabeza.
Culpa y tabú en el síndrome boreout
Las personas que sufren boreout pierden progresivamente las ganas de desenvolverse a nivel profesional y a nivel personal. A la pérdida de autoestima se añade la ansiedad constante de ser descubiertos.
La víctima del boreout vive con el temor constante de que su supervisor, sus colegas o sus amigos descubran su inactividad y sean considerados como prescindibles. Esto conduce a un mayor estrés que paraliza y tensiona al empleado.
Al enfrentarse constantemente al vacío de su vida profesional el empleado sufre mucho. Un sufrimiento tanto más acentuado cuanto que no puede ser compartido y, si lo es, no es comprendido. Por lo que se convierte en un tema a evitar, y por tanto en tabú.
Esto tiene que ver con el hecho de que las personas prefieren tener trastornos socialmente aceptados.
Alguien que dice: Tengo tantas cosas que hacer y cada día me dan más responsabilidad, ¡odio mi trabajo! es mucho más respetado que alguien que dice que se aburre en el trabajo porque tiene pocas cosas interesantes que hacer. Todos dirán: ¡Qué bien! Ojalá me pasara lo mismo.
¿Cuán común es sufrir de síndrome boreout?
Se han realizado pocos estudios sobre el tema, por lo que es difícil hacerse una idea exacta del número de empleados afectados, o incluso un perfil de los que están en riesgo. Sin embargo, un estudio europeo realizado en 2008 informó de que el 32% de los empleados decían no tener nada que hacer.
Otro estudio realizado en Francia en 2013 mostró que solo el 2% de los empleados encuestados se sentía permanentemente aburrido en el trabajo. Estos resultados diferentes son intrigantes y nos animan a cuestionar la verdadera magnitud del problema.
Se dice que los sectores más afectados son los que experimentan periodos de gran carga de trabajo y picos de actividad, como los trabajos estacionales.
Por último, algunos sectores de la sociedad son más susceptibles, como los empleados jóvenes. Esto puede deberse a la diferencia que se observa habitualmente entre las expectativas que tienen los jóvenes respecto a su primer empleo y la realidad.
Esta divergencia podría conducir a un estado de aburrimiento, especialmente si los empleados sienten que no se les da suficiente motivación.
¿Por qué seguimos en un trabajo que nos parece aburrido?
La actual crisis social y económica podría explicar por qué los empleados soportan una situación de aburrimiento permanente en su vida laboral. Por tanto, el miedo a no encontrar un empleo alternativo podría ser un factor impulsor del síndrome boreout.
Otro es el miedo al juicio social: puede ser impensable decir que uno se aburre en el trabajo en un entorno social en el que el éxito profesional es muy codiciado.
El síndrome boreout pone de manifiesto la cuestión de nuestro sentido del trabajo y la importancia de estar en sintonía con nuestras motivaciones intrínsecas que nos llevan a la autorrealización.